No temas...

Los recursos de producción y la ejecución son básicos, por momentos hasta chistosos, pero aquí lo que valió fue el entusiasmo y la capacidad con la que, a la ley de sólo nuestros guevos, se reunió la entusiasta muchachada para divertirnos a lo grande haciendo las cosas a nuestra manera sin la intervención de ninguna institución que dirigiera nuestros pasos. A mi me da mucha alegría cuando me cuenta el jóven San José que al día de hoy, mientras el corto se sigue proyectando cada 16 de septiembre en este bar del país vasco de corte etarra, la gente se sigue levantando a apaudir y brindar cuando la venganza contra el español se consuma. Salud!
