El estado de las cosas de mis cosas (maestros en paranoia)

Estar otra vez frente a un grupo de jóvenes y virginales cerebritos con esta enorme responsabilidad de sugerirles una referencia que les sirva sino para vivir, cuando menos para conseguirse una forma de sustento digna, la verdad es que me da un poco de angustia, porque entonces comienzo a hacerme preguntas sobre mí mismo y sobre la postura que tengo frente al mundo, que a estas alturas se supone que deberían estar ya por demás resuelta. Y entonces la angustia se transforma en compulsiones... ¿es que acaso soy esa referencia de autoridad y certidumbre de la que siempre me reí? Supongo que algo habrá de eso, que todos tenemos que masticar en algún momento cada profanación salida de nuestras bocas, y supongo además que siempre habrá sido así, que los maestros que se pararon alguna vez frente a mí en quien ví vidas resueltas y caminos bien definidos, también tenían sus propias preguntas e indefininciones, y también se llenaban con esta dulce intranquilidad de preguntarse ¿qué tengo mío, que pueda dar? Ahora yo y estos chicos habremos crecido, junto con millones de jóvenes clasemedieros alrededor de todo el mundo, como un mismo "producto" (utilicé la misma metáfora hoy a las ocho de la mañana), ubicados históricamente en un lugar y un momento, habiendo crecido sentados frente a un cinescopio de veintidós pulgadas y a partir de él haber creado nuestra concepción del mundo. He considerado, y estoy seguro que ellos también, tantas visiones de la realidad y del ser humano, y de la sociedad y la política y la cultura y la ética y el poder y valores y la diversión, como canales tiene mi televisión por cable. Y si me lo preguntan seriamente, si yo se los pregunto a ellos, estoy seguro que ninguno tendríamos posturas definidas, y nuestro futuro bien podríamos pensarlo como cualqueir cosa: desde las ciudades cyberpunk de blade runner o de Akira, hasta comernos unos a otros en tabletas mezcladas con plangton marino, o configurar el gran sistema intergaláctico como en esas novelas de Asimov con su poder centralizado en un núcleo estratégico y las periferias de las galaxias que sufren de la marginación del gran imperio, bien siendo los creadores de la gran explosión que acabe con la vida en nuestro planeta, o paseando en moto con los pelos rojos como en esa sociedad post-apocalíptica de mad-max.
Relativismo es la marca y cambio la naturaleza... sobre todo eso, cambio frenético.
Lo que es hoy ya no es mañana y el ayer está perdido en un túnel del tiempo. Cuando me pregunté qué es lo que ellos estarían pensando del mundo, no tuve respuestas. Cuando me lo pregunté a mi, no pude llegar más que a una tremenda interrogante. __________________________________ Todo comenzó cuando levanté el dedo, señalé a todo aquel que pasaba por enfrente y los llamé autómatas a todos , cuando leí sobre cómo las estructuras verticales y desiguales de los modernos organigrramas sociales han determinado escenarios adversos en más de un sentido, y quise escribir sobre la enajenación a la que hemos sido sometidos, sobre la pobreza y la desigualdad del alma como denominador común, sobre los valores de progreso, desarrollo y triunfo como el verdadero retrato maldito de Dorian Gray... de cómo a uno le quita la vida una moral reaccionaria y una religión institucionalizada que sigue toqueteando niños y estancando más al tercer mundo, de los centros de poder que concentran la riqueza cada vez más en las manos de menos, mientras los clasemedieros tenemos suerte si somos mediocres... entonces me reí de las utopías y los megarelatos en los que algun día creí, y que resultaron ser un argumento más de venta cuando no una camiseta del tianguis cultural o un mal chiste contado por dosmil años en el nombre del cual se siguen cometiendo actos terroristas en el medio oriente Un día tube la necesidad de buscar. De irme de casa y buscar alternativas distintas a esas que ya habían demostrado su inutilidad. Cuando entré a la universidad y encontré ese término de postmoderno descubrí una fórmula facilona por reciclada e intangible para dar denominación a todas las contrademandas que sentía en mí mismo por la simple suerte de haberme tocado nacer aquí. Busqué en Malatesta y los hermanos Flores Magón la emancipación y la ansiada libertad frente a los alienantes sistemas Pero todo acabó cuando los camaradas llenaban sus ideas con estoperoles con forma de estrellita. Les pregunté a los ravers si el escape a otra dimensión o el regreso a nuestros orígenes ancestrales era la cura para el sinsentido, si tendríamos que apostar por la tecnología orgánica y si la conquista del exo-espacio no sería nada más regar la misma mierda. Baudrillard, sin querer hacerlo, inspiró a algunos góticos y dijo que la causa de nuestra desgracia es negar nuestra parte maldita, porque así se romper el equilibrio natural, cuando de forma por demás ridícula se pretende eclipsar una de las mitades que nos conforma. Sartré estaba enfadado con la vida, y eso a mi me pareció de mal gusto de su parte. Chioran se vomitaba en la madre de todos, bueno... hasta en la mía, eso tampoco era una referencia. Entonces tuve que verlo: no es el medio ni el canal en donde está la bendición o la maldición. Aprendí la lección y supe que era mi historia la que importaba, porque lo que aprendí en la primaria se confundía con tanta información transmitida por el canal seis de Guadalajara que sabía, o intuía, lo falaz que en verdad era. Tanto una como otra: pancho villa y la edad media y speed racer y Josefina la ballena mágica. Ver tantas personas en un solo día –simbólicamente, a través de los medios- sugería que todo aquello era irreal, una película más. Y ahora que creo creer en un papel terapeútico de la historia y en que hay que observar el pasado para orientar el futuro, aún así me resisto a pensar que hijos de puta políticos sean quien nos determina, o mis maestros o papás, o yo como maestro o como papá. Aún así, como La Polla, sigo creyendo que la universidad es un criadero de mutantes. Amargado pero no sin esperanza. "Nadie es inocente, todos terroritas": gorditos, maricones, indios, drogadictos, mujeres, maricones otra vez, lesbianas, estrafalarios, amas de casa, estudiantes, especialmente la juventud y los viejos, naturalmente los pobres, los desposeidos, las mayorías, las minorías, porque el mismo papá enseña a los hijos cuál es la lógica de imposición-sumición de quien pose y de quien carece, ya sea de poder o dinero, de quien manda y quien obedece. Soy individuo y soy independiente, aunque en realidad no pueda serlo. “Somos creados en masa pero individuales en uso” decía una de mis lecturas, y si puedo ganar la guerra de revolución en mi, creo que ya habré hecho suficiente. Y sólo así en el camino podré ser útil para alguien más, para cualquier otro, y dar entonces tal vez un sentido al papel que quiero jugar como profesorsete de cagada. Como ser humano vivo y sediento, como punto de referencia, como el niño acólito que fui, y como cuando en la adolescencia cantaba mantras y lanzaba pétalos de rosas a una imagen del Bhuda hasta que los hermanos krishnas me dijeron que si quería vivir con y como ellos tenía que barrer los pasillos de su casucha cada dos horas, que ayudaría en la cocina del restaurante y por las noches haría varitas de incienso, que no podía salir y que no comiera carne. Alumnos chismosos, si leen el blog de su profesor, piensenlo mejor antes de regresar a él. Mejor háganse uno, a la mejor y con suerte, entre todos, despejamos esta enorme duda, este signo de interrogación que en el mejor de los casos podríamos convertir en columpio para colgarlo en el jardín de la parte trasera de la cabeza de cualquier joven con inquietudes. En el mejor de los casos, la tarde pasa relajada, y le inventamos un sentido a un mundo que no lo tiene. Le damos al estado de las cosas alguna de nuestras cosas, y con eso sentimos que ya la libramos.

* Imagen: El profe indeterminado / Victor Sandoval 1998

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